
EL COLLAR GHARIAL, 2020
La audacia de Cartier consiste en incluir criaturas inesperadas en su bestiario. El cocodrilo es una de ellas. El joyero toma prestada la rugosidad de sus escamas y el brillo de sus ojos verdes, y lo convierte en una obra de Alta Joyería a través de la abstracción. Diamantes de diferentes tallas construyen la arquitectura de la pieza. Las esmeraldas más cercanas al cuello guían la mirada hacia el colgante: una cascada asimétrica de diamantes (con un total de 6,90 quilates) y esmeraldas de Zambia (las cinco principales con un total de 11,31 quilates).

