DIADEMA, 1910
COLLECTION CARTIER

A principios del siglo XX, Cartier generaliza el platino en la joyería. Más resistente que el oro, permite realizar monturas extraordinariamente refinadas con engastes ligeros y discretos. Al ser inoxidable, confiere un brillo incomparable a las piezas de joyería y les permite jugar con la luz. En esta diadema, la repetición y la simetría de los motivos con "roleo" destacan el diamante talla cojín de la parte superior.